Adoptar dietas que prometen resultados rápidos y sin esfuerzo, pueden ser perjudiciales para la salud.
TLAXCALA, TLAX., 18 OCTUBRE 2023.-Como consecuencia del aumento de población con sobrepeso y obesidad, así como la constante búsqueda de bajar de peso de manera rápida, cada vez es más frecuente que las personas recurran a métodos para adelgazar que pueden ser sumamente dañinos para la salud, tal es el caso de las dietas milagro, informó el coordinador auxiliar de Gestión Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, doctor Sergio Parraguierre Sánchez.
Precisó, que esto se debe a que por lo general estas dietas son muy estrictas, limitadas y prohibitivas, así como poco realistas, con carencia de los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo; además, no toman en cuenta edad, género, problemas de salud, alergias, intolerancia, o cualquier otra patología que padezca la persona.
La mayoría de las dietas milagrosas están asociadas a suplementos caros para compensar los déficits nutricionales, generan un estado de ansiedad que conlleva a tener más necesidad de comer o mala relación con la ingesta de alimentos, porque no hay formación de buenos hábitos alimenticios y suelen producir el efecto rebote, debido a que la pérdida de peso puede ser por disminución de agua y no de grasa.
“Entre los métodos más populares encontrados en la Internet y redes sociales, están los llamados ayunos intermitentes, los cuales son adaptados ante la creciente necesidad de verse bien, y se trata de un tipo de dieta que consiste en adoptar patrones de alimentación que incluyen períodos continuos de ayuno en los que consumen muy pocas o ninguna caloría, a fin de controlar el peso”, comentó el especialista.
Sin embargo, no es opción a largo plazo, ya que al poner al cuerpo en situación de déficit calórico y de restricción de nutrientes indispensables para el metabolismo, pueden generar efectos secundarios como sensación de hambre, irritabilidad, náuseas, dificultad para concentrarse y ansiedad; que al tener un patrón recurrente, se traduzca en problemas mayores como enfermedades a nivel renal, hepático, endocrino, cardiovascular o del sistema nervioso central, entre otros.
El riesgo que representan este tipo de dietas es mucho mayor a los beneficios que se podrían tener, porque de hecho no existe evidencia científica que respalde su efectividad; siempre será mucho más recomendable buscar asesoría con especialistas en Nutrición, para que de acuerdo con las necesidades de cada paciente, se recomiende una dieta de acuerdo con sus gustos, preferencias y necesidades nutricionales.
Para finalizar, el coordinador auxiliar de Gestión Médica indicó que la opción sana, segura y adecuada para perder peso es la formación de hábitos y la combinación de una dieta hipocalórica equilibrada, junto con la realización de ejercicio físico, el consumo de agua simple y la educación alimentaria, por lo que invitó a la población derechohabiente acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF), al módulo de PrevenIMSS o NutrIMSS, para recibir una orientación personalizada.